turismo negro

El Turismo Negro

Calaveras, salas de tortura, zonas de desastre, cementerios, campos de batalla… un macabro catálogo de destinos turísticos que mueve a millones de personas alrededor del planeta. El auge del llamado turismo negro –dark tourism, en inglés—intriga desde hace algunos años a académicos y profesionales del viaje, que tratan de comprender por qué nos seducen esos sitios sombríos.

Las visitas a lugares habitados por las huellas del sufrimiento humano pueden tener, en efecto, un gran valor para comprender el pasado y no repetir sur horrores. Pero en esa peregrinación al dolor suelen cruzarse motivos menos elevados. La ligera curiosidad o el morbo que suelen inspirar a algunos, interrogan a los expertos en la industria del ocio sobre la ética de explotar comercialmente los restos de una tragedia, en particular cuando ha ocurrido recientemente

   

COMÚN DE LOS TURISTAS

Condenados a desandar, los turistas de hoy imitan, quizás sin saberlo, las bárbaras costumbres de nuestros antepasados. El turismo negro no es una invención de la economía globalizada, sino un viejo hábito anclado en muchas tradiciones culturales.

Recordemos el espectáculo máximo de Roma. En el Coliseo de la Ciudad Eterna y en sus reproducciones provincianas a lo largo del vasto Imperio, patricios y plebeyos se juntaban para contemplar el combate de los gladiadores. El público, extático frente a aquel ritual de sangre, decidía la muerte o el perdón de los guerreros heridos.

Durante la Edad Media, en Europa y América, las multitudes asistían a las ejecuciones y sacrificios humanos, con el mismo fervor que hoy presenciamos una competición deportiva. Aún en algunos países como China e Irán las ejecuciones públicas se mantienen como una práctica del sistema judicial para escarmentar los delitos más graves.

INTERESANTE

México es representante de El turismo negro a nivel mundial por personificar el morbo debido a que muchos turistas internacionales y nacionales  desean vivir la experiencia de adrenalina única que solo determinados lugares ofrecen, ejemplo específico de esto es el parque eco Alberto localizado en el municipio de Ixmiquilpan Hidalgo, donde  el atractivo principal es la caminata nocturna que simula el recorrido realizado por los migrantes mexicanos al cruzar la frontera con destino a Estados Unidos.

La comunidad receptora se ha visto beneficiada por la actividad turística que se lleva a cabo en El Alberto, prueba de ello es que han logrado acrecentar su economía y hacer crecer el parque, donde la sociedad es partícipe y a cambio recibe una remuneración económica sin explotar sus recursos naturales.  Si para  los receptores genera una ganancia es importante mencionar  que con tiempo necesario lograran adquirir los medios adecuados para su desarrollo y  mediante ello lograr proporcionar mejor calidad de servicios.

Para muchas personas y/o culturas este tipo de turismo puede ser visto como malo, ya que es basado en desgracias que suceden en el destino o incluso en personas y a menos que sea dirigido por acciones guiadas por filantropía  es bueno, de no ser así cualquiera puede pensar que llevar a cabo esta acción es para personas enfermas, no elimino la posibilidad pero incluso eso no va a corroer a la comunidad.

El turismo negro es una práctica que ha venido creciendo en los últimos años en muchos países del mundo, sin que México sea la excepción. El presente trabajo es un planteamiento  reflexivo del turismo negro  como parte creciente en las prácticas turísticas que se realizan en México. El objetivo de este trabajo es plantear si realmente este tipo de turismo representa una alternativa dentro de la oferta turística que se ofrece en nuestro país como una posible solución a la decaída en la llegada de turistas extranjeros, como consecuencia de la violencia vivida en el país